Volver a las cosas buenas

Volver a las cosas buenas

Volver a las cosas buenas

Con  la frase: “Una sociedad sin valores es una sociedad sin futuro” se busca llamar la atención sobre la creciente deshumanización de las personas, donde prima el interés personal sobre el bienestar general.

Es tiempo de dejar  a un lado  las palabras bonitas que pretenden explicar el porqué de esta situación y  tratemos de poner nuestro granito de arena al dar ejemplo de compromiso.

   Si queremos una sociedad íntegra, solidaria y con valores fuertemente enrraizados, tenemos obligatoriamente que irnos a las escuelas, desde el primer año, a promover las enseñanzas de nuestros patricios, a repetir, una y otra vez, las razones por las cuales somos un país democrático y disfrutamos de una envidiable libertad,  a pesar de la proliferación de la delincuencia y la violencia.

Es con los niños donde, cada uno de nosotros, debemos empezar a trabajar, hablándoles de los grandes ejemplos de hombres y mujeres que sacrificaron la vida para darnos la oportunidad de respirar libertad.

     Lograremos personas más sensibles y comprometidas si resaltamos y repetimos, una y otra vez… hasta el cansancio…  las acciones de esos grandes dominicanos. Pensamientos como los de Juan Pablo Duarte deben estar perennemente en las aulas y pasillos de las escuelas y colegios.

 Volver a las cosas buenas debe ser la primera acción. Recuerdo que,  de estudiante, los ejemplos de estos mártires siempre estaban presentes, sin mencionar la cantidad de casas y familias que mostraban con orgullo la bandera dominicana en  puertas y ventanas, a propósito de alguna fecha patria.

 Mas, sin embargo, el pasado sábado celebrabamos el Día de la Constitución, y fueron muy pocas las banderas que observé por los diferentes lugares que pasé. Las prácticas buenas no se dejan de lado, se multiplican y fortalecen.



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