Vladimir: “Por rebusero, mi familia no creía en mí”

Vladimir: “Por rebusero, mi familia no creía en mí”

Vladimir: “Por rebusero,  mi familia no creía en mí”

Santo Domingo.-Ser nombrado con altas posibilidades para entrar al Salón de la Fama de Cooperstown es motivo de gran orgullo para el dominicano Vladimir Guerrero, quien asegura que tuvo que romper muchas barreras para llegar hasta las Grandes Ligas.

“La primera traba la tenía en mi casa, donde decían que no iba a llegar a ningún lado debido a que me gustaban las peleas callejeras”, recordó Vladimir.

Añadió que otros momentos difíciles los vivió en la academia de los Dodgers en Guerra, donde en 1992 permaneció por ocho meses sin que lo firmaran.

Dijo que jamás olvida como llegó al play del sector de Mendoza en la zona oriental, donde entrenaba Montreal, en la cola de un motorcito junto al entrenador Víctor Franco (La Mula).

“A Mendoza no entraban vehículos, porque siempre estaba lloviendo, pero ahí empezó todo. Allí duré un mes con Montreal y me firmaron, algo que me produjo una alegría inolvidable”, aseguró Guerrero, a quien apenas le tomó tres años para subir a las Grandes Ligas, donde permaneció por 16 temporadas.

Cooperstown en la mira

Guerrero dijo que está orgulloso de que su nombre esté en la próxima boleta de Cooperstown que se entregará en diciembre próximo.

“Estoy muy agradecido y orgulloso de mi carrera en Grandes Ligas, así que esperaré lo que pueda suceder”, dijo Guerrero, luego de participar en la primer festival de jonrones en la historia de la Serie del Caribe el miércoles en el estadio Quisqueya Juan Marichal.

Vladimir disfrutó de 16 temporadas en Grandes Ligas, donde o bateó .318 con 449 jonrones, 1,496 empujadas, y 477 dobles. Participó en nueve Juegos de Estrellas, ganó ocho Bates de Plata y fue Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2004 con Anaheim.



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