Viviendo con Trastorno Obsesivo Compulsivo

Viviendo con Trastorno Obsesivo Compulsivo

Viviendo con Trastorno Obsesivo Compulsivo

Trastorno Obsesivo Compulsivo. O simplemente «TOC». Un término que la mayoría de la gente conoce o ha escuchado, pero que sólo unos pocos entienden. Y dicen que hay que vivir con él, o con alguien que vive con él, para lograr comprenderlo a cabalidad.

Con 22 años, Josh Cannings ha sufrido de TOC por 10 años. Casi la mitad de su vida

Es una condición que ha tenido un efecto enorme en su vida diaria, pero que a menudo es trivializada por la sociedad.

«Tengo que tocar todo con mis manos izquierda y derecha o mis pies izquierdo y derecho la misma cantidad de veces, en cada lugar al que voy, 24/7. Es constante», afirma Cannings.

«Si recojo un tenedor con la mano izquierda, tengo que también tocarlo con la mano derecha», cuenta el joven, para quien un simple saludo como dar la mano es toda una complicación.

«Yo doy la mano apretando con las dos manos».

Cannings, que trabaja como cocinero en un restaurante, dice que si no «iguala», su mente experimenta un sentimiento de temor. Y para contrarrestar este sentimiento, debe obedecer continuamente sus impulsos.

«Es esa sensación terrible de que algo horrible ha sucedido. Como cuando te enteras de muy malas noticias, o te cuentan que alguno de tus seres queridos está herido.

«Es ese sentimiento de impotencia de no poder hacer nada al respecto y, obviamente, los niveles de ansiedad aumentan, comienzas a sudar, tu corazón late más rápido y comienzas a respirar con dificultad».

Las personas que sufren de TOC a menudo se sienten obligadas a realizar tareas de una manera simétrica, ordenada y equilibrada. Esto puede implicar, por ejemplo, la alineación de los objetos para que se vean bien o, como con Cannings, repitiendo la misma acción con cada mano, pie o lado del cuerpo.

Cannings notó por primera vez los síntomas de TOC cuando tenía 12 años de edad y estaba jugando como portero en un partido de fútbol de la escuela.

Tenía que tocar las marcas en el terreno de juego con ambos pies y tocar la pelota con las dos manos, pero no fue hasta más grande que se dio cuenta de que no todo el mundo hacía lo mismo.

«Lo peor que puedes hacer es no hablarlo», afirma Cannings. «Hay que ser abierto al respecto, no es algo de lo que avergonzarse, todo el mundo tiene algún problema de salud mental en algún momento de sus vidas».

Una enfermedad que los otros se toman a la ligeraLas causas del TOC aún no han sido identificadas y son ampliamente debatidas dentro de la comunidad de investigación.

Sin embargo, se cree que la historia genética, el aumento de la actividad y el flujo sanguíneo en algunas partes del cerebro y la falta de la serotonina química podrían jugar un rol importante. También los factores ambientales y acontecimientos de la vida.

«De cierta manera, el TOC es como el primo menor más conocido de la salud mental», afirma Cannings.

«Todo el mundo tiene alguna idea, pero no todo el mundo sabe de lo que se trata en realidad. No todos entienden lo mucho que afecta la vida de las personas».

Ashley Fulwood, presidente ejecutivo de TOC-UK, dice que la condición puede ser mental y físicamente agotadora y puede destruir por completo la calidad de vida de una persona.

A pesar de ello, muchas veces la gente desinformada se la toma a la ligera.

«Hay un montón de ideas falsas sobre el TOC, que es sólo un poco de lavado de manos y un poco de extravagancia. Desafortunadamente, a veces un TOC puede llevar a consecuencias muy trágicas», dice Fulwood.

«Cada vez que una celebridad usa el término, ‘soy un poco obsesivo compulsivo’, en realidad sólo trivializa una enfermedad más grave y devastadora que consume por completo la vida».

El TOC puede volver la vida dos a tres veces más difícil de lo normal y sus síntomas pueden variar de leves a severos.

Las compulsiones pueden ser manifiestas, observables por los demás, encubiertas, o no observables, como las acciones mentales.

Mientras el comportamiento compulsivo o sus rituales pueden tardar varias horas del día, algunas personas que sufren de TOC aún puede sobrellevar una vida cotidiana.

Otros encuentran la condición tan incapacitante que no pueden trabajar, estudiar, tener una vida social o incluso salir de la casa.

Para Cannings, una tarea simple como escribir una carta o usar el computador puede tomar el doble de tiempo que para el resto de las personas.

En un reciente viaje al cine, su mano izquierda tocó accidentalmente la pared y, para que su compulsión no llamara tanto la atención, se fue a casa. Tuvo que volver una hora más tarde.

«[Tuve] que tomar un taxi, que me costó £25 [US$38] sólo para volver a tocar la pared del cine con la mano derecha. Es un esfuerzo monetario grande, porque no me gusta andar en el transporte público».

Un tratamiento para la obsesiónEl tratamiento para el TOC incluye terapias de conversación, como la terapia cognitivo-conductual, la medicación y la terapia de exposición y prevención de respuesta (EPR), cuando a la persona se le pide enfrentarse a sus miedos.

Cannings asistió a un campamento que se especializa en este tipo de terapia en Estados Unidos que y está dirigido a ayudar a adultos jóvenes afectados por el trastorno.

Antes del campamento, si Cannings tocaba algo con la mano izquierda, habría tenido que tocarlo con la derecha dentro de un minuto, o enfrentarse a un ataque de ansiedad o pánico. Hoy el proceso de tratamiento ha extendido esta ventana a 30 minutos.

Él confía en que esta ventana seguirá aumentando con el tiempo, pero cree que el TOC no es algo que pueda ser completamente superado.

«Creo que siempre va a estar ahí, en el fondo», dice Cannings, «pero creo que la gravedad de la misma pasará a la vez.»

Con tratamiento, el pronóstico para el TOC es bueno y los síntomas se pueden reducir, pero «cura» parece ser una palabra en la lista negra de la comunidad TOC, dice Fulwood.

«Mi opinión personal es que el TOC puede ser tratado. He visto personas que se recuperan completamente hasta el punto de que ni siquiera están diagnosticadas con TOC hoy», dice Fulwood. «Pueden recuperar el control de sus vidas»

Cannings dice que lo importante para una víctima de TOC es nunca olvidar que no está solo, que hay muchas otras personas que sufren lo mismo.



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