Santo Domingo.-El panorama social en República Dominicana es cada día más desolador, debido a la cantidad de muertes por violencia de género que año tras año enlutece a decenas de familias.

Pese a que en la actualidad existen diversas campañas de concientización sobre la violencia contra las mujeres, estas consideran la agresión física como la única forma de violencia.

Sin embargo, las Naciones Unidas describe la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer”.

Según cifras de la Procuraduría General de la República, hasta octubre de este año 88 mujeres, de 18 a 34 años, han fallecido, pero en el mismo período han recibido unas 55,000 denuncias de casos de violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales.

La mayoría de estos actos de violencia ocurren y no son denunciados, por lo que en ocasiones pasan a formar parte de las estadísticas de feminicidios, cifra que sin terminar el año es igual a la de 2016, superando nuevamente los 77 casos de 2015.

Dentro de las distintas formas de violencia hacia la mujer está la violencia física, sexual, psicológica, patrimonial y económica, violencia simbólica, acoso y hostigamiento, doméstica, laboral, obstétrica y mediática, entre otras.

Este tipo de violación a los derechos humanos puede conceptualizarse de diversas formas, pero independientemente del adjetivo que se coloque la violencia contra la mujer obstaculiza el desarrollo de una sociedad equitativa e igualitaria.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que  una de cada tres (35%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.

Reconoce un agresor

“El hombre violento es un hombre encantador, muy dado a la comunidad porque tiene que vivir esa doble fachada para que la gente no reconozca sus inseguridades y no reconozca su agresión”, asegura la psicóloga y terapeuta familiar, Ana Simó.

“Desde el principio de la relación el hombre agresor comienza a controlarte de una manera muy sutil, pero muchas mujeres no se dan cuenta de la violencia porque lo ven como una muestra de afecto”, agrega.

“La mujer sigue creyendo que la violencia es solamente si el hombre le da un golpe y no muchas veces es la última que ven, la que comenzamos a ver es la psicológica donde el hombre te prohíbe cosas y comienza a controlarte”, asevera la especialista.

Indica además que en la etapa de enamoramiento la mujer no percibe los defectos de la pareja y no ve su “protección” como un peligro.

“Poco a poco el agresor va cambiándote la perspectiva de todo y una de las características principales es que el hombre aísla la mujer y cuando esta se da cuenta que vive violencia ya la mujer no tiene amigas, no comparte, solo va de la casa al trabajo y manipula con los hijos para que la mujer ni siquiera se tarde”.

Considera que otra de las violencias que más ocurren en la pareja es la sexual, ya que el agresor abusa sexualmente de su pareja no solo cuando la forza, sino también cuando a pesar de que la mujer no da su consentimiento se vale de manipulaciones hasta lograrlo.

Simó explica que el hombre asesina cuando siente que ha perdido el control sobre la mujer ante quizás la posibilidad de seguir en la relación.

“El momento de mayor riesgo de la mujer es cuando decide romper la relación, pues muchas mujeres no consideran serias las amenazas de muerte por parte su agresor, pero lamentablemente va  éste y la mata”.

La terapeuta sexual recomienda ampliar el tema de la educación con la niñez y aplicar a los adolescentes un entrenamiento sobre cómo reconocer la violencia.

Tipos de violencia hacia la mujer

Cualquier forma de violencia pueden afectar negativamente a la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres por lo que las féminas deben reconocer las diferentes formas en las que se expresa la violencia de género.

Uno de los tipos de violencia más reconocidas por la sociedad es la violencia física, ejercida mediante la fuerza física en forma de golpes, empujones, patadas y lesiones provocadas con diversos objetos o armas y que puede llegar finalmente al feminicidio.

La violencia psicológica se practica contra la dignidad psíquica y emocional de las mujeres y contra su dignidad como persona a través de insultos, amenazas, vigilancia, control, humillaciones y descalificaciones provocando aislamiento y anulación de su autoestima.

Mientras que la violencia sexual es cualquier acto de intimidad sexual forzada por el agresor o no consentida por la víctima, mediante la fuerza, intimidación, chantaje o amenaza a mantener contacto sexual con independencia de que el agresor sea o no, pareja, expareja o familiar.

Menos conocida, pero existente dentro de las familias dominicanas está la violencia patrimonial, la cual consiste en la privación intencionada y no justificada legalmente de recursos para el bienestar físico y psicológico de la víctima e hijos.

La violencia social, pretende aislar socialmente a la víctima, controlando o impidiendo sus relaciones familiares o amistades, impidiendo o imponiendo su presencia.

En ese sentido, la socióloga y decana de Ciencias Sociales del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Elsa Alcántara atribuye la violencia al problema cultural que impera en sociedades antidemocráticas y tradicionales.

“La sociedad dominicana históricamente se instauró bajo un proceso de colonización muy violenta y luego le han seguido dictaduras y éstas no fomentan la democracia sino la imposición del más fuerte y esa cultura persiste en nuestra sociedad”, explica la académica.

La catedrática sostiene que la pobreza, la familia y la desigualdad son factores que contribuyen en cierta forma a la violencia y que los educadores formen en base a los derechos humanos.

Prevención

La coordinadora del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Lourdes Contreras, asegura que hacen falta más políticas de prevención contra los feminicidios desde el Gobierno.

“Estas formas de violencia, su dimensión y características son el resultado de la falta de políticas del Estado que sea preventiva. La situación de dramatismo ante la violencia de género es el resultado de no haber actuado antes con suficiente atención desde el Estado a un problema ya detectado”, denuncia Contreras.

Explica que se necesita una nueva ley de carácter integral que incorpore todas las instituciones gubernamentales y ayuntamientos por ser los actores más cercanos a las comunidades.

“Hay que entender que la violencia es un problema de Salud Pública que debe atenderse desde las  unidades de atención primaria y naturalmente un problema de Justicia para lo que el sistema penal debe poner atención”.

Reclama al Estado dominicano que defina políticas más articuladas y que envíen un mensaje a la sociedad sobre su preocupación frente a este drama que vive la sociedad dominicana.

Violencia cobra 1.4 millones de vidas al año

Cada vez hay más programas de prevención y respuesta a los casos de violencia de género, intrafamiliar y contra la niñez.

Sin embargo, a nivel mundial se estima que la violencia produce 1,4 millones de muertes al año, correspondiendo a más de 3,800 muertes al día, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

De las 50 ciudades más violentas del mundo, 42 pertenecen a América Latina y el Caribe, colocando a El Salvador, México, Honduras y Venezuela entre los más violentos.

Mientras que en el país, desde 2005 hasta la fecha 1,250 mujeres fueron asesinadas, según estadísticas de la Procuraduría.

Programas y campañas

Cada vez hay más programas de prevención y respuesta a los casos de violencia de género, violencia intrafamiliar y violencia contra la niñez.

Sin embargo, a nivel mundial se estima que la violencia produce 1,4 millones de muertes al año, correspondiendo a más de 3,800 muertes al día, según datos de la OMS.

Mientras que de las 50 ciudades más violentas del mundo, 42 pertenecen a América Latina y El Caribe, colocando El Salvador, México, Honduras y Venezuela entre los países más violentos.

En República Dominicana, instituciones como el Ministerio de la Mujer a través de su departamento de No Violencia y la Unidad de Persecución y Prevención Violencia de Género del Ministerio Público se encargan de atender, intervenir y dar seguimiento a las víctimas de violencia intrafamiliar y de género.

No obstante, los expertos recomiendan abordar el tema de la violencia de forma integral desde las primeras etapas vida del ser humano para construir una sociedad que respete a los derechos humanos.