SANTO DOMINGO.- Hasta hace muy poco, en Villa Carmen reinaba la tranquilidad y la armonía entre sus vecinos, gente de clase media, que en su mayoría es propietaria de sus modestas viviendas. Hoy las cosas han cambiado radicalmente.
Todo comenzó desde que la modernidad llegó al parque y con ella los licor stores y los colmadones con sus potentes bocinas que inundan con su música y atraen a un público indeseado al remozado parque.
Detrás de estos negocios también llegaron los yipetuses y los jevitos con sus potentes aparatos de música en sus carros.
La bulla, los tiroteos y los pleitos de estos nuevos visitantes han convertido al que fuera un sector apacible, en un verdadero infierno, sobre todo los fines de semana y los días feriados, según han podido constatar reporteros de El Día.
Alrededor del parque de Villa Carmen hay cinco licores Store, dos colmadones, y varios negocios de comida rápida y, en casi todos, la música es subida a un nivel demasiado alto como para que los vecinos puedan hablar tranquilamente o escuchar su propia música o acaso ver un programa de televisión. Eso es prácticamente imposible.
Moradores de ese sector dijeron que este parque es muy tranquilo de lunes a miércoles, pero al llegar el jueves comienza el dolor de cabeza para ellos, porque al lugar se llena de delincuentes, borrachos y drogadictos que además de que no respetan a nadie, arman pleitos entre ellos, se orinan en el frente de las viviendas, sin importar que haya niños o mujeres viéndolos.
Ya uno no es dueño ni de su parqueo, si un familiar o amigo te viene a visitar hasta tiene problemas para conseguir un parqueo, porque esto se llena de tígueres los fines de semana, dijo una señora.
Juan peña, que tiene quince años viviendo en este sector de clase media, dijo que solo el año pasado murieron 8 personas los cuales eran jóvenes de edades entre 17 y 23 años, sin mencionar las personas que resultan heridas.
Asimismo, dijo que no se puede dormir en paz por los disparos que se escuchan y los pleitos que se producen tarde en la noche y hasta entrada la madrugada en todo el entorno del parque.
Otros residentes dijeron que ya están cansados de tantos desórdenes, el volumen alto de la música y de los tiroteos, mientras que las patrullas policiales casi no pasan por el lugar.
Ajeno a las quejas, los centros expendio de bebidas y comida rápida siguen haciendo su agosto en Villa Carmen, y los fines de semana hacen ofertas de bebida alcohólicas para atraer clientes a sus negocios y lo logran, para desgracia de los que allí residen.