Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 1 Timoteo 2:1-2
En el contexto que como nación estamos viviendo, es un momento oportuno tomar el texto bíblico que leímos anteriormente para que todos oremos por los hombres que están en eminencia.

Hay una patria llamada República Dominicana que necesita la intervención divina para que traiga sosiego y paz.

Los dominicanos precisamos de líderes que tengan una clara visión de dirigir una nación como la República Dominicana. Estos líderes deben tener a Dios como la fuente de inspiración, para tomar decisiones sabias.

Solamente a través de la oración Dios puede unir todo los sectores que tienen alguna influencia. Hablo de empresarios, maestros, pastores, sacerdotes, médicos, choferes, sindicatos, artistas, ingenieros, odontólogos, mecánicos, políticos, etc…

La oración es un instrumento dado por Dios. La intervención divina inspirará a todos los hombres a dar un giro de sus acciones para como dice el texto que “vivamos quieta y reposadamente”, como un país que quiere avanzar.

El énfasis de la oración debe interpretarse como beneficiando a todos los hombres, particularmente a quienes están en autoridad.
¡Urgente!

El país necesita tu oración, para que la intervención de Dios nos dé un espíritu de unidad, construir una nación más feliz y con un porvenir mejor.