El sistema democrático, bajo el que vivimos los dominicanos, es hechura de todos los partidos mayoritarios. En su momento, unos y otros han formado gobierno en los últimos treinta y siete años.

El fin de semana resultó iluminador para el destino inmediato que vivirá el país a partir de agosto próximo.

El proceso puede definirse como una verdadera unificación democrática entre los grandes partidos.

En ese orden los partidos mayoritarios pactaron sus inclinaciones. Con las alianzas tenemos de parte del Partido de la Liberación Dominicana al presidente Danilo Medina, en un rol reeleccionista, con el apoyo del Partido Revolucionario Dominicano; y su contendor, Luis Abinader, que acaba de ser proclamado candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno con apoyo del Partido Reformista Social Cristiano.

De manera que, independientemente de todos los partidos que ya proclamaron sus candidatos presidenciales debidamente presentados, tenemos en el Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Moderno a dos cabezas de coalición política, que sin lugar a dudas, son las que concitarán la atención del electorado.

Los dominicanos, en los próximos días, podrán conocer los detalles de las propuestas.

Serán meses intensos, donde habrá tiempo para conocer programas de gobierno, propuestas sectoriales, promesas que deberán tomarse en cuenta; y finalmente, le corresponderá al pueblo dominicano ponderar y escoger, cuando llegue el momento.

Esperemos que los líderes de las grandes coaliciones políticas puedan animar a sus seguidores a que hagan proselitismo con paz, mesura y madurez.