Una visita oportuna

Una visita oportuna

Una visita oportuna

Renaldo Bodden

Desde la angustiosa era de la dictadura los gobiernos dominicanos son «ñoños» con la pelota rentada porque a través del tiempo se ha mantenido como el principal pasatiempo de la población.

Desde 1951 (verano) y a partir de 1955 (otoño-invernal) la pelota local solo ha recesado bajo tres grandes acontecimientos sociales, en 1961 (ajusticiamiento de Trujillo), 1963 (derrocamiento de Juan Bosch) y 1965 (Revolución de Abril).

No es que la ausencia del béisbol vaya a tumbar los gobiernos de turno, siempre repletos de debilidades e insuficiencias, pero es lógico que los gobernantes se sientan más cómodos cuando la población está entretenida con las bolas y los strikes.

Antes el respaldo gubernamental incluía cambio de dólares a la par, exoneración de pago de la energía consumida y hasta dinero adicional para pagos diversos, entre otros beneficios, situación que ha cambiado notablemente a medida que los equipos se fueron haciendo autosuficientes a través de la publicidad.

Entonces, veo bien la visita del ministro deportivo Danilo Díaz al nuevo presidente de Lidom, Vitelio Mejía, para ofrecerle el concurso en el remozamiento y hermoseamiento de los estadios «para hacerlos más amigables para la afición», tal como dijeron ambos ejecutivos.

No veo lo malo de esa alianza como han dicho algunos, son tres meses y medio de puro circo, que no caen nada mal a la recreacióny la diversión de la sociedad…¡Nos pechamos!



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