Una situación delicada

Una situación delicada

Una situación delicada

Hugo Lopez Morrobel

El mundo está en la fase final de preparación de sus atletas para los Juegos Olímpicos de Río 2016, sin embargo, la delicada situación política por la que atraviesa Brasil podría ser fatal en las aspiraciones de montar un evento exitoso.

Que nadie se haga ilusiones de que atletas de la categoría de Novak Djokovic, Rafael Nadal, Serena Williams, Usaint Bolt, y los miembros del Dream Team de Estados Unidos, por solo citar algunos, se expondrán a asistir a un evento donde quizá no tengan garantías de su integridad física.

Es una lástima lo que ocurre en Brasil, donde ninguna autoridad está segura en su posición, en especial la presidenta Dilma Rousseff, que fue suspendida por 180 días.

Los escandalosos casos de corrupción al parecer seguirán echando pus, y esto traerá como consecuencia un agravamiento de la paz social, lo que llevará a muchos atletas a desistir de sus aspiraciones por estar en la justa olímpica.

Y es penoso, porque los juegos de Río han sido los que más apoyo económico han recibido de las grandes cadenas de televisión, que a la postre son las que realizan el mayor aporte.

Asimismo, a estas alturas casi el 90 % de los hoteles están reservados, lo que representa cifras astronómicas, debido a las grandes infraestructuras que han sido construidas para el evento, aparte de que ya la casi totalidad de las obras deportivas están concluidas .

Hasta la fecha se proyecta que visitarán a Río unos 500 mil turistas, que ocuparían alrededor de 52 mil habitaciones de hotel, es decir, 20 mil más que las disponibles para el Mundial de Fútbol hace apenas dos años.

Ojalá que los brasileños encuentren rápida solución a sus problemas, porque de lo contrario, a Dios que reparta suerte.

Las elecciones

El domingo los dominicanos debemos asistir en masa a las urnas.

Nadie debe quedarse en casa alegando que no le importa el proceso.

Estamos ante una tremenda responsabilidad ciudadana y hacerse los “chivos locos” y desperdiciar esta oportunidad única que nos la democracia sería una gran irrespeto.

Muchos candidatos repetirán en sus posiciones, pero una caterva será tristemente despedida por la voluntad popular que premia y condena.

Quiera Dios que todo se desarrolle en paz.



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