La palabra sabichoso no figura en el Diccionario de la RAE. Se trata de un dominicanismo para dar a entender que una persona sabe mucho. Se aplica, por ejemplo, a un niño sobresaliente en su clase, diciéndose que es “un sabichoso”.

En los campos del Cibao se utiliza en ese mismo sentido, nunca como una palabra peyorativa.
Hecha esta precisión, puedo decir que el presidente Danilo Medina es un sabichoso, lo que ha demostrado en más de una ocasión, como por ejemplo el domingo pasado, cuando eligió a la vicepresidenta Margarita Cedeño como su compañera de boleta para impulsar su reelección, a la que muchos temen por los negativos ejemplos de nuestro pasado histórico.

Siempre he dicho que la reelección no es mala por si misma, sino por las corruptelas que genera. Pese a los esfuerzos del presidente Medina, siempre aparece uno que otro funcionario que se vale de sus funciones y utiliza fondos o medios del Estado para promover la reelección. No hay un solo gobierno que haya escapado a esa maña.

La selección de la doctora Cedeño de Fernández para repetir en el cargo suma un montón de votos.

Doña Margarita ha ejercido la Vicepresidencia sin opacar a la primera dama Candy de Medina. Se maneja con prudencia, realizando obras de bien social sin mucha bulla, aparte de que goza de gran popularidad entre las mujeres y, por qué no decirlo, también entre los hombres, por su trabajo, inteligencia y belleza, con el debido respeto a su esposo.

Sin duda alguna, esa selección obligará al doctor Leonel Fernández a estar más activo en la campaña electoral a favor del PLD que preside, en vista de que estoy seguro de que le conviene que doña Margarita siga cuatro años más como vicepresidenta de la República.