Una reflexión

“Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre: no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido”, dijo el escritor búlgaro Elías Canett.

Hasta ahí todo marcha bien; el problema radica en que los humanos tendemos a rompernos el corazón creándonos falsas ilusiones o idealizando metas irrealizables.