“Todo lo que quiere Dios del hombre es un corazón pacífico”, afirmó el teólogo y filósofo alemán MeisterEckhaert. Se conoce el corazón por lo que hace, y su sabiduría a través de lo que dice.
Lo anterior conduce a entender que sólo el desarrollo de la compasión de otros nos puede traer la tranquilidad y la felicidad que buscamos.