Un triunfo de la diplomacia

República Dominicana se ha colocado en el centro del poder geopolítico con la elección para ocupar por dos años uno de los asientos no permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Todas las decisiones trascendentales para la búsqueda de la paz a nivel mundial se toman en el seno de ese organismo, en el que solo 15 países participan de los 193 que forman parte de las Naciones Unidas.

Si bien es cierto que cinco países tienen poder de veto, todas las decisiones se toman por votación y República Dominicana durante los próximos dos años, a partir del primero de enero, tiene derecho a voto efectivo.

Dos decisiones inteligentes de la administración de Danilo Medina hicieron posible este hito, que en al menos dos ocasiones anteriores se nos había negado.

Lo primero fue el establecimiento de relaciones diplomáticas con China, miembro permanente del Consejo de Seguridad.

El segundo fue abandonar el absurdo apoyo al régimen dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela y votar en la Organización de Fstados Americanos en contra de la farsa electoral montada en ese país.

En lo adelante la voz dominicana tendrá mayor resonancia.

Ahora toca tener claro cuáles son los objetivos diplomáticos dominicanos y aprovechar este escenario para alcanzarlos