La República Dominicana tiene esa fama. Fabrica leyes constantemente; y muchos sectores reclaman a diario más y más leyes.

No hay espacio para enumerar las últimas piezas, normas y reglamentos de funcionamiento que se reclaman en sectores especializados y a través de los medios de comunicación.

Los especialistas en estadísticas todavía no tienen un estudio que establezca el número de leyes que aprueban cada año nuestros legisladores.

Tampoco hay un balance de los préstamos –todos aprobados al vapor– que salen constantemente del Congreso Nacional.

En cambio, ¿qué sucedería si llegara a una de las cámaras del Congreso Nacional un proyecto de ley general de aumento de salarios? ¿Sería aprobado y convertido en ley con la misma celeridad como se estila con los impresionantes préstamos que envía el Poder Ejecutivo?

Sería interesante conocer qué tiene mayor prioridad para nuestros legisladores: endeudar más el país, a través de la feria de préstamos que entran en su agenda o conocer un proyecto de ley de aumento general de salarios y darles con ella una mejor calidad de vida a los empleados y trabajadores dominicanos.

¿Cuál de los nuevos legisladores que inician el próximo 16 de agosto asumiría tan importante reto? Esperemos.