La sociedad dominicana y la comunidad católica reciben con gran júbilo al nuevo arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta; y lo hace consciente de su gran trayectoria y profunda fe cristiana, aquilatada con más ahínco desde que asumió el primer obispado de la nueva diócesis de San Pedro de Macorís.

Monseñor Ozoria Acosta asume los compromisos religiosos de Santo Domingo. Se trata de la ciudad más vieja del Nuevo Mundo y la primera de la región latinoamericana que abrazó la fe cristiana.

Desde aquellos remotos años la ciudad y el país se mantienen trillando el cultivo de los valores religiosos de la mano de la Iglesia católica.

Ahora, de las manos de monseñor Ozoria Acosta, definido como un ser humano sencillo, afable, servicial y de diálogo, la Iglesia católica del presente siglo está llamada a asumir grandes retos y compromisos para mantener unida y compactada a la gran familia cristiana.

El papa Francisco hace una gran distinción y un gesto de bondad al país y a la ciudad de Santo Domingo con la designación de tan honorable pastor cristiano.

Enhorabuena. Con un abrazo fraterno extendemos nuestra felicitación al arzobispo metropolitano. Dios, una vez más, muestra su inconmensurable amor y generosidad con los dominicanos.