San Cristóbal.-Enclavada en la comunicada montañosa de Cambita, en San Cristóbal,  a 45 minutos de la capital, está ubicada Casa Loma Alta, un restaurante singular que combina la majestuosidad del  paisaje, el agradable clima, los diseños arquitectónico y de interiores eclécticos y acogedores y una exquisita carta internacional que genera, en los comensales, los más variados elogios y felicitaciones.

Creado, a sugerencia de los amigos, en lo que fue la casa de veraneo de su propietario, el diseñador de interiores Máximo Mota conserva la esencia de hogar campestre, por lo que todo el que llega se siente acogido, como si regresara a la casa materna.

La oferta gastronómica, capaz de satisfacer hasta al más exigente de los paladares, varía en respuesta a los clientes asiduos, conservando aquellos que tienen mayor demanda como la crema de auyama, churrasco, pechuga al melocotón y pimientos rellenos, entre otros, sin olvidar postres como “La tentación de Ana”  manzana al licor, muy demandada por los clientes.

Pero aunque básicamente la carta es internacional, no faltan opciones criollas como el sancocho, en respuesta a clientes nacionales y turistas extranjeros que quieren aprovechar el clima, de fresco a frío del lugar, para disfrutar del humeante plato típico.

 Se destaca el uso en los interiores de una gran variedad de flores, cortadas de los jardines que bordean la casona.