Un gran descubrimiento

Hugo López Morrobel

Los torrenciales aguaceros que han caído sobre todo el territorio en las últimas semanas, han puesto de manifiesto, aunque usted no lo crea, que en el estadio Quisqueya, y lo mismo debe suceder en el Cibao, se pueden realizar partidos en horas de la tarde con un lleno asegurado.

En el caso del Quisqueya, hay que recordar que fue inaugurado en 1955 cuando la población de Santo Domingo no sobrepasaba los 250 mil habitantes.

Y para la época, el estadio tenía más capacidad que en la actualidad.

Además, en esa época, la Era del Jefe, la gente por razones harto conocidas, podía salir sin temor a ser asaltada.

Por ley de fuerza de la dictadura, nadie se atrevía, a menos que no fueran del SIM (Servicio de Inteligencia Militar), a atentar contra un ciudadano.

Uno de los aspectos que más aleja a los aficionados de los estadios es la inseguridad imperante.

Por lo tanto, ahora el Gran Santo Domingo, con una población estimada en más de tres millones y medio de habitantes, está en capacidad para llenar de bote en bote el Quisqueya, si los encuentros se programaran en las tardes.

Con los resultados que se vienen observando con la asistencia, la Liga y los equipos no deben descartar para próximos torneos, la realización de partidos en ese horario, tal como ocurre en los grandes conglomerados.