Un golpe contundente

Un golpe contundente

Un golpe contundente

Hugo López Morrobel

La muerte llega cuando menos la esperamos, y aunque para muchos es el fin, para otros es apenas un paso en el plan de Dios, lo que no significa que tiene por qué ser el final de todo.

Verdad o mentira, nadie desea que llegue ese momento, aunque se le prometa que en el más allá se disfrutará de otra vida más interesante, y que al final, resucitará.

Traigo esto a colación por la forma tan inesperada que el lanzador cubano José Fernández, de los Marlins de Miami, encontró la muerte con apenas 24 años, en el mejor momento de su carrera.

Es una lástima que la vida sea tan corta, y que la muerte no tenga miramientos, desde los más poderosos hasta los más depauperados. Nadie escapa de ella, y lo mejor que puede pasar es desconocer cuándo llegará ese momento.

¿Usted imagina que se sepa de antemano la fecha de la muerte?

La partida de Fernández es un golpe para el béisbol, en especial para los Marlins, que tenían en él, por muchos años, a un lanzador de primer orden.

Mientras tanto, el béisbol seguirá su marcha indetenible, aunque ahora le falta José Fernández, una estrella en ascenso. ¡Descanse en paz!



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