Un error imperdonable

Un error imperdonable

Un error imperdonable

Juan Mercado

En una muestra que donde usted menos piensa se cuecen habas, el presidente de los Yanquis de Nueva York, Randy Levine, metió la pata bien profunda al criticar públicamente a los agentes del relevista dominicano Dellin Betances por su defensa durante la audiencia del arbitraje salarial el pasado viernes.

Levine, aunque ganó el caso, criticó a los agentes de Betances diciéndoles que lo tomaron como víctima y dejó salir argumentos que se utilizaron en las audiencias, que por lo regular nunca salen a los medios.

Levine categorizó las demandas de los representantes de Betances como “exageradas” y “con poco sentido de la realidad” e incluso se burló del relevista al decir que fue descrito por sus representantes durante el proceso como cerrador, diciendo “es como si yo dijera que no soy el presidente de los Yankees, que soy un astronauta”.

Esas consideraciones, lógicamente, en colerizaron a Betances, quien al regresar el sábado a los entrenamientos de los Yanquis no pensaba referirse a la audiencia en la que solicitaba US$5 millones y al resultar perdedor devengará tres millones en 2017.

“Mi intención era llegar aquí y hablar con todos ustedes –los periodistas- y decirles que iba a dejar el resultado de la audiencia en el pasado. Que aunque no estuviera de acuerdo con la decisión del árbitro, todo quedaba en el pasado, hasta que me enteré de los comentarios de Levine”, le dijo Betances a los medios visiblemente afectado por la situación.

Betances, quien es un lanzador de gran importancia para los Yanquis, está bien incómodo por la situación.
Ante el seguimiento de los periodistas al caso, Betances dijo públicamente ayer que no le interesa hablar con Levine. “No voy a superarlo tan fácil”, dijo Betances.

Sabemos que el éxito de un jugador depende bastante de su estado de ánimo y luego de lo sucedido es fácil pronosticar que no será fácil para Betances tener un buen año.



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