Un bebé de cuatro meses y un chico de 15 años: los rescates milagrosos del terremoto de Nepal

Un bebé de cuatro meses y un chico de 15 años: los rescates milagrosos del terremoto de Nepal

Un bebé de cuatro meses y un chico de 15 años: los rescates milagrosos del terremoto de Nepal

La foto del día es sin duda la de un bebé de cuatro meses rescatado después de pasar 22 horas bajo los escombros.

La noticia, la del rescate este jueves de un adolescente, cinco días después del sismo del sábado en Nepal.

Son las historias que alimentan la cada vez más escasa esperanza de las víctimas del terremoto de 7,8 que devastó al montañoso país asiático.

Aunque con cada hora que pasa la posibilidad de encontrar sobrevivientes se vuelve más escasa.

Las fotos del bebé se hicieron públicas por primera vez el miércoles en el periódico local Kathmandu Today, pero fueron tomadas el domingo.

Para entonces el pequeño Sonit Awal, de cuatro meses, llevaba 22 horas bajo los escombros de su casa en Bhaktapur, 13 kilómetros al este de Katmandú.

Sus padres habían pasado toda la noche intentando rescatarlo.

Y a las diez de la mañana del domingo, con la ayuda de efectivos de una unidad del ejército, por fin lo lograron.

El pequeño fue llevado al hospital. Se encuentra bien.

Mientras, en la capital, este jueves, rescatistas y curiosos también fueron testigos de lo que algunos seguramente considerarán otro milagro.

Entre vítores y aplausos Pemba Lama, de 15 años, logró ser extraído con vida de los escombros bajo los que permanecía enterrado desde el sábado.

Ahora es atendido en un hospital de campaña, adonde fue trasladado todavía cubierto de polvo, el cuello protegido por un collarín color azul, una sonda intravenosa en el brazo.

«Cuando me acerqué a él, me dio las gracias», le dijo a la agencia de noticias AP L.P. Basnet, el oficial de policía que fue el primero en alcanzarlo.

«Me dijo su nombre y su dirección y yo le di algo de agua», relató.

Los rescatistas nepalíes, con apoyo de un equipo estadounidense, trabajaron durante horas para liberarlo.

Lo cubrían los restos del edifico de siete pisos donde trabajaba, uno de los muchos destruidos por el sismo que hasta el momento ha dejado como saldo oficial más de 5.500 muertos.



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