A febrero se le conoce, con gran fervor, y de manera recurrente, como el “Mes de la Patria”. Mucho debido a que el 27 celebramos el Día de la Independencia Nacional. Además, de que días antes conmemoramos el nacimiento del patricio Ramón Matías Mella.
Si recapituláramos, fríamente, desde enero hasta marzo, para situarnos en el primer trimestre del año, veríamos varias fechas muy importantes, desde el punto de vista patriótico. Iniciamos con el nacimiento de un educador, que nació en Puerto Rico, asumido ya como dominicano: Eugenio María de Hostos; y naturalmente, el natalicio del patricio, Juan Pablo Duarte, que corresponde al 26 de enero.
En febrero están las efemérides de marras. Así que pasamos a marzo, mes de dos grandes batallas, la del 19 y 30 de marzo. Días antes conmemoramos el nacimiento del patricio Francisco del Rosario Sánchez.
Los argumentos serían suficientes para afirmar que febrero, erróneamente, es el “Mes de la Patria”, porque tanto o más serían los meses de enero y marzo, como acabamos de ver. Lo correcto, en honor a la alta importancia histórica de los tres meses, es que hagamos justicia y conmemoremos el “Trimestre de la Patria” junto a todos los buenos y verdaderos dominicanos.
La Comisión Permanente de Efemérides Patria podría hacer una justiciera labor, exaltando hechos y valores de los meses enero y marzo; y así,  con mayor fervor cívico, podríamos tener, en vez de un mes, todo un trimestre para evocar y conmemorar las más altas fechas de nuestra patria.