En el fin de semana recibimos la noticia de la muerte de tres dominicanos que se destacaron en sus respectivas áreas.

En las primeras horas de la mañana nos enteramos de la muerte de José Rafael Abinader, quien como empresario fue un verdadero emprendedor, capitán de empresas que aportaban al desarrollo nacional, y como político se destacó por su honestidad, enorme capacidad de trabajo y desprendimiento por los mejores intereses de la nación.
La familia de José Rafael Abinader tiene motivos de sobras para sentirse orgullosa del legado de este gran hombre, humilde y bondadoso.

Ese mismo día nos enteramos del fallecimiento de Juan Manuel Pellerano Gómez, un dominicano a quien le encajó a la perfección el calificativo de “jurista”.

Ha sido uno de los más destacados y prolíferos abogados de la historia contemporánea en la República Dominicana, habiendo dejado un legado imborrable en las lides jurídicas.
Supo ejercer con dignidad e hidalguía la profesión de abogado, siendo un pilar fundamental en la construcción de una de las firmas de abogados más prestigiosas de la región.

También se produjo la muerte del artista July Mateo (Rasputín) un merenguero que entre los años ochenta y mediados de los noventa produjo merengues que forman parte de la tradición contemporánea dominicana.
Tres muertes que llevan gran tristeza a sus familiares y a todo el pueblo dominicano. Paz a sus almas.