El presidente Danilo Medina hace poco habló de manera enfática, al momento de recibir el certificado de la Junta Central Electoral que lo acredita como ganador de las elecciones pasadas, y prometió “tiempos memorables” para el país, con una “nueva etapa de progreso y conquistas para todos los dominicanos”.

Hace poco se conoció la información de que hay problemas en la escuela dominicana, donde los estudiantes registran un nivel de aprendizaje mínimo aceptable. Palabras que dicen de manera muy elegante que los estudiantes tienen un rendimiento escolar por debajo de lo aceptable.

Así las cosas, habrá que confiar en esa nueva etapa prometida por el presidente Medina. Mientras tanto el Gobierno y las autoridades monetarias hacen un singular culto al endeudamiento galopante que vivimos.

Un ejemplo ilustra por sí solo. Hace poco se conoció la información de que la Reserva Federal de los Estados Unidos acreditó al Tesoro Dominicano la suma de 561.3 millones de dólares, correspondientes a la colocación de la última emisión de Bonos Soberanos.

Un paso muy serio y dramático que nos llama a la reflexión. No sería justo ni admisible que gocemos de “tiempos memorables” endeudándonos en el presente y dejándoles a las futuras generaciones una dudosa etapa de progreso y conquistas.