Falta algo más de dos años para las próximas elecciones y pareciera que estamos previo a los cierres de campaña, si tomamos en consideración el activismo de los que pudieran estar polarizando el próximo certamen.

En el oficialista Partido de la Liberación Dominicana hace rato que Leonel Fernández se tiró al ruedo y tiene una inusual intensidad, asistiendo a reuniones, encuentros sociales y contactos con gente de su partido.

Francisco Domínguez Brito no esperó ninguna campanada y se lanzó también a buscar la candidatura morada, mientras que otros se resguardan por temor a irse con un amague de Danilo Medina y dar un “foul”, como le ocurrió la vez anterior.

En el PRM, Luis Abinader no paró ni para coger impulso, pues después de las elecciones de 2016 siguió “tan campante” en campaña que parecía dejarles poco espacio a otros eventuales candidatos de su partido, pero Hipólito Mejía no coge corte y está “tirado a la calle al medio”.

De lo que queda del Partido Reformista Social Cristiano, Víctor Bisonó ha asumido su papel de candidato, mientras esa organización se cuece en su propia salsa en los caminos al Tribunal Superior Electoral.

Los más chiquitos son los que lucen más en desbandada, sin estrategia clara de cómo crecer.

La campaña, en este país, es un deporte nacional al que no se le da tregua, ni siquiera en Cuaresma.