Terrorismo con armas de los Estado Unidos

Terrorismo con armas de los Estado Unidos

Terrorismo con armas de los Estado Unidos

Washington.-A principios del próximo año, un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea Libanesa y equipo de apoyo llegarán a una base estadounidense en Georgia para recibir entrenamiento con el A-29 Super Tucano, un avión turbo propulsado de fabricación brasileña que utiliza potencia de fuego aérea para apoyar misiones terrestres.

Esto parece una buena noticia: Líbano es una pequeña y valiente democracia que sólo hace una década se libró de 29 años ocupación siria y aún está rodeada por el caos del Oriente Medio.

En respuesta a las peticiones del gobierno libanés de ayuda en la lucha contra el Estado islámico y otros grupos terroristas sirios, Estados Unidos ha proporcionado sólo este año US$220 millones en ayuda militar, que incluye 50 vehículos blindados de transporte de personal y 40 piezas de artillería, y facilitó la compra de seis modelos Super Tucano.

El Congreso también está dando a Beirut US$150 millones para mejorar la seguridad fronteriza. Esto coloca al Líbano en el mismo nivel de ayuda recibida que Jordania, que ha sido un aliado estable y leal a Estados Unidos durante años.

El problema es que aunque el Líbano tiene características de Estado independiente y democrático, la realidad es muy diferente.

El grupo terrorista Hizbulá, respaldado por Irán, controla una gran franja del sur del Líbano, incluida toda la frontera con Israel. Aunque tiene una presencia limitada en el parlamento con sólo 12 escaños de los 130 que se eligen mediante unas extravagantes reglas de cuota, es, de hecho, el líder de la coalición minoritaria.

En octubre, el ex jefe del ejército Michel Aoun fue elegido presidente.

Aunque es un cristiano maronita, firmó una alianza formal con Hizbulá hace una década, y el grupo terrorista chií fue un elemento clave en su victoria. Visto sólo como una batalla en la guerra de potencias que se libra en Oriente Medio, el triunfo de Aoun fue una victoria para Irán y una derrota para Arabia Saudí y sus aliados suníes del Golfo.

Los saudíes al parecer vieron esto venir: seis meses antes de las elecciones retiraron un paquete de ayudas de US$3.000 millones para el ejército libanés. Aunque la razón aparente era la ausencia de críticas del Líbano a Irán por los ataques contra la embajada saudí en Teherán, no hay duda de que los saudíes también estaban preocupados por las manos en las que acabarían esas armas.

Ahora, hay razones para temer que Estados Unidos haya caído en la trampa que los saudíes evitaron.

El miércoles, un alto funcionario israelí de defensa dijo a periodistas que algunos de esos vehículos estadounidenses de transporte de personal estaban siendo utilizados por Hizbulá, que envió a decenas de miles de combatientes para respaldar al dictador sirio Bashar al-Assad contra los rebeldes, apoyados por Estados Unidos.

Para ilustrar esto, proporcionó una foto, tomada en noviembre, de una larga fila de vehículos blindados, todos con banderas de Hizbulá.

Varias de estas imágenes rondaron por las redes sociales el fin de semana pasado, incluida esta captura de YouTube:El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo el miércoles que Estados Unidos había hecho un «análisis estructural» de los vehículos de transporte blindado de personal en manos de Hizbulá en noviembre y concluyeron que no eran parte del reciente envío a los militares libaneses.



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