Es evidente que la temporada de Grandes Ligas que acaba de arrancar servirá para muchos jugadores dominicanos de probatoria.

 La mayoría se enfoca en Albert Pujols, a quien señalan como que está obligado a tener una enorme temporada que lo lleve a conseguir el megacontrato que anhela.

En muchas ocasiones pienso que hasta se quiere ignorar todo lo que ha hecho en sus primeras diez campañas.

También hay otros jugadores dominicanos que serán medidos con esa misma vara, entre los que sobresalen José Bautista, de Toronto; Melky Cabrera, de Kansas City; José Reyes, de los Metros, y Carlos Gómez, de Milwaukee.

Son muy pocos los que creen que Bautista repetirá la hazaña de los 54 jonrones del año pasado, a pesar que por varios años fue catalogado por los expertos como un jugador con ese potencial. Considero que Bautista  es una realidad y con los ajustes que hizo al batear, con la ayuda de Cito Gaston, se solidificará como un gran jonronero.

Cabrera demostró en los entrenamientos que trae un segundo aire, reconociendo que debía tomar su trabajo en serio. El talento para brillar lo tiene, sólo falta su disposición.

Nadie duda de la calidad excepcional de Reyes, quien será agente libre al finalizar la campaña. Reyes ayer me dijo que estaba ansioso por comenzar a dar “palos”, asegurándome estar muy motivado por tener la salud que tanto anhela.

Gómez empezó desde ayer a demostrar que viene en serio. Carlos, quien es uno de los jugadores más talentosos de las Mayores, ha pagado bastante por  la aceleración que le dieron a su carrera el dominicano  Omar Minaya y el boricua Tony Bernazard en los Metros.  

Minaya y Bernazard no dejaron que Gómez madurara en las menores, razón por la que ha tenido que aprender, en base a muchos tropezones, en las GL. Lo mismo le sucedió a Fernando Martínez y se  iba a repetir con Jenrry Mejía.