Las ratas suelen despertar asco en gran parte de la sociedad, pero en la India pueden presumir de tener incluso un templo. Se llama Karni Mata, está ubicado en Deshnok y tiene miles de roedores en su extensión.
Cuenta la leyenda que la dueña de la construcción pidió al dios de la muerte que le devolviese la vida a su hijo, fallecido por ahogamiento.
La divinidad no se lo concedió y la mujer decidió a partir de entonces reencarnar en ratas.