El retiro de Félix Sánchez dejará por años un vacío inmenso en el deporte dominicano, en especial el atletismo, donde su trayectoria no pudo ser más sobresaliente.

El país tendrá que guardar inmensa gratitud a un atleta que lo dio todo por la patria, a pesar de que no nació ni se formó en República Dominicana.

Cuando decidió representar al país, la dirigencia prácticamente desconocía su existencia.

Hijo de padres dominicanos,Félixrealizó una hazaña que ha quedado escrita en letras doradas.

La designación del estadio Olímpico, es apenas uno de los reconocimientos que debe otorgarle el país.

“El Súper Sánchez” debe ser invitado al país para darle el homenaje que merece de todos los dominicanos, que sin duda gozaron al por mayor y detalle los triunfos en Atenas, Londres, Japón, Suiza, París, Canadá, Guadalajara y Santo Domingo, entre muchos otros escenarios donde, como dice el cliché: “puso en alto la bandera nacional en playas extranjeras”.

Que no se quede en palabras, las autoridades y la dirigencia deportiva tienen el deber y la obligación de rendirle un homenaje, en el que participe la población en general.