Subastas agrícolas encarecedoras

Subastas agrícolas encarecedoras

Subastas agrícolas encarecedoras

Frederich E Berges

La importación de ciertos rubros agrícolas como el arroz, leche, cebolla, habichuelas y ajo, entre otros, ha sido en el pasado fuente de riqueza para aquellos privilegiados con los permisos que eran requeridos por autoridades que impusieron los mismos a manera de controlar el negocio, alegando amparar al productor local

Frente al desvío que se iba produciendo con los permisos de importación, que a su vez rodaron por el Inespre, la entonces Secretaría de Agricultura y el propio Palacio Nacional, en septiembre de 2012, mediante Decreto 569-12, el entonces y actual presidente, Lic. Danilo Medina dispuso que el otorgamiento de permisos de importación se realizara mediante subastas dirigidas por la Bolsa Agro-Empresarial (BARD), entidad de carácter privado dependiente de la Junta Agro-Empresarial Dominicana, gremio sin fines de lucro de productores agropecuarios y afines.

Aunque estos (BARD) han sabido realizar las múltiples subastas acontecidas con la necesaria transparencia y pulcritud, el recaudo de las mismas, así como la manera en que estas encarecen los productos al consumidor final mediante un mecanismo impositivo disimulado, están siendo cuestionados cada vez más.

Tomando como ejemplo el caso de la cebolla, cuyo saco de 100 libras actualmente cuesta cerca de US$23.30 (46.50 = RD$1,069.50), los permisos de importación de las mismas recientemente se subastaron a RD$3,700.00 el saco, o sea 3 veces más que su costo, cuyo incremento forma parte del nuevo precio, por lo cual antes de proceder al pago de impuestos y retiro de aduanas, el mismo quintal (100 lbs.) resulta al menos 3 veces más caro que su costo original!

En adición a esta elevación sustancial de costos, el producto económico de las subastas se ha venido destinando a propósitos cuyos detalles no son explicitados públicamente.

Con el desalojo de Valle Nuevo y su exclusión de la producción agropecuaria nacional, el tema de las subastas vuelve a la palestra pública, tanto por los encarecimientos de precios que producen, como por el destino de los recursos generados por las mismas.



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