Su primera vocación fue el arte

Su primera vocación fue el arte

Su primera vocación fue el  arte

Santo Domingo.“Actualmente estoy pintando intensamente. De seguir así creo que haré una exposición a principios de año en la que esperaré el resultado de labios de los críticos y conocedores de la pintura.

Oscar de la Renta, 1954

Oscar de la Renta, desde temprana edad manifestó su interés por las artes, muy especialmente la pintura, idea favorecida por su madre, pero que no convencía a su padre. Ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo (ENBA) en 1945, con apenas 15 años de edad, en horario vespertino, para demostrar a su padre que su interés por las artes plásticas era genuino.

Se formó bajo la tutela de José Gausachs, George Hausdorf, Josep Fulop, José Vela Zanetti, Manolo Pascual, Celeste Woss y Gil, Jaime Colson, Gilberto Hernández Ortega, Antonio Prats Ventós y Maireni Cabral, en la Escuela Nacional de Bellas Artes, terminando sus estudios en 1951.

Su obra

No se ha cuantificado aun su producción pictórica. Sus obras de arte son escasas, sin embargo fue un artista prometedor desde sus inicios, al que se le otorgó la responsabilidad de representar al país en eventos.

Se tiene registro que en el año 1951 participó en “Salón de Primavera”, exposición organizada por el Círculo Nacional de Artistas, en el Instituto Cultural Dominico-Americano.

Entre los expositores figuran: Mounia André, Gladys Dietch, Fernando Peña Defilló, Oscar Renta Fiallo, Noemí Mella, Jaime Colson, Elsa Di Vanna, Cecilio Pérez, Nidia Serra, Eridania Mir, Juan Frías, Hernández Ortega, Domingo Liz, Rosario Puente y Marcial Schotborgh.

Oscar Antonio Torres, un crítico de la época, lo enfocó junto a Fernando Peña Defilló, a propósito de esa muestra, de la siguiente manera: “Promisoria resulta la revelación de dos grandes talentos que brindan con su seguridad técnica un suave y patético tratamiento de la figura y el paisaje… Oscar Renta Fiallo presenta una ‘calle, cuya nerviosa perspectiva denuncia una visualización meditada en un trazado consciente’”.

En ese año también formó parte de la delegación de artistas que representaron a República Dominicana en la Primera Bienal Hispanoamericana de Arte, cuyas obras fueron expuestas en el Museo de Arte Moderno de Madrid.

Su migración

Renta Fiallo es de los jóvenes que emigran después de la iniciación formativa en la ENBA, época en la cual participó en otras muestras colectivas que hacen recaer la atención sobre su obra juvenil.

“Los tres terminamos juntos, recuerdo que Oscar y “Papo” (Fernando Peña Defilló) fueron a llevarme sus cajas de pinturas; como recuerdo su partida para Madrid, en el mes de septiembre de 1951, año de nuestra graduación de la Escuela Nacional de Bellas Artes”, dice Ada Balcácer.

Regreso del artista

No sabemos con exactitud la fecha de regreso al país de Oscar de la Renta, después de la bienal, pues la mayoría de estas informaciones forman parte del “Proyecto de Investigación Clara Ledesma”, que viene desarrollando el “Centro de Estudios del Arte Caribeño”.

Sin embargo, existen registros que prueban que en el año 1952 ya estaba en el país en franca actividad pictórica.

Emilio Rodríguez Demorizi, en su libro “Pintura y escultura en Santo Domingo”; cuando se refiere a la aportación de los maestros foráneos. Gausachs, Hausdorf y Vela Zanetti, al resultado de artistas evolucionados de la talla de Clara Ledesma, Gilberto Hernández Ortega, Eligio Pichardo, Paul Giudicelli…, y expresa de manera puntual “…a estos nombres se han ido sumando otros: Leopoldo Pérez, José Rincón Mora, Cándido Bidó, Elsa Núñez… por ejemplo, cabe agregar al joven Oscar Renta Fiallo”.

El 28 de junio de ese mismo año, siendo Yoryi Morel y José´ Gausachs, director y subdirector interinos, respectivamente, fue celebrada la Undécima Exposición de la ENBA, en la que participaron 44 alumnos orientados por Celeste Woss y Gil y Gilberto Hernández Ortega, donde figuraba Oscar Renta Fiallo.

Ese primer viaje a España cautivó a Oscar de la Renta y lo pone de manifiesto en su testimonio de 1954: “He aprendido en España a darme cuenta que es preciso trabajar duro y estudiar igual para poder hacer una obra bien orientada”.

El joven regresa a Madrid a estudiar pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sin lugar a equivocarnos, él quedó impactado por todos esos genios de la pintura que trasmitieron en lienzos y tablas “saberes y conocimientos prohibidos”.

En 1954 el joven artista también forma parte de la delegación de pintores dominicanos que participan en la Segunda Bienal Hispanoamericana, llevada a Cuba.

Las obras dominicanas no solo fueron bien expuestas, sino también comentadas y valoradas.

Cambio de rumbo

Con el transcurso del tiempo el padre de Oscar Renta, dejó de enviarle dinero para sus gastos en Madrid debido a su desinterés en dedicarse a la empresa familiar, lo que le colocó en apuros económicos.

Óscar de la Renta no se queda en España con los brazos cruzados. Al conocer a Cristóbal Balenciaga (1895-1972), –célebre modisto español asociado a la alta costura del medio parisino– para obtener ingresos adicionales comenzó dibujar ilustraciones de trajes de alta costura para periódicos y casas de moda, convencido del vínculo existente entre el arte y la moda.

Él estaba consciente que lo que importaba era acrisolar las primeras y necesarias enseñanzas de sus maestros para poder presentarse con fisonomía propia.

Y así lo hizo.

La carrera de diseñador

En esa época conoció en un evento a la baronesa Aïno de Bodisco, con la que entabló una amistad y quien asegura haber impulsado su carrera como diseñador de moda al promover sus vestidos entre sus amistades.

Después de que Francesca Lodge, esposa de John Davis Lodge, exembajador de Estados Unidos en España, viera algunos de sus bocetos y recibiera la recomendación de Bodisco , comisionó a De la Renta que diseñara un traje para la presentación en sociedad de su hija.

Poco después consiguió realizar bocetos para las principales casas de moda españolas, lo que le permitió llegar a ser aprendiz de uno de los modistos más reconocidos, Cristóbal Balenciaga, a quien consideraba su mentor.

Posteriormente abandonó definitivamente España para trabajar junto a Antonio del Castillo como asistente, en la casa de modas Lavin, en la ciudad de París.

El resultado de este viraje es la consagración internacional de un pintor y diseñador egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) identificado con su nombre: Oscar de la Renta, el que dio a conocer el talento del los artistas de República Dominicana en todo el planeta Tierra.



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