Situación preocupante

Situación preocupante

Situación preocupante

La escasez de agua se torna cada día más preocupante, sin que se vislumbren soluciones a corto plazo para afrontar ese grave problema, que también está presente en numerosas ciudades del país, donde es común ver a cientos de personas con recipientes buscando un poco del preciado líquido.

La ciudad crece, con nuevos barrios que demandan nuevos servicios, entre ellos dos fundamentales: energía eléctrica y agua potable, absolutamente fundamental para la vida, pues sin agua no se puede vivir.

En los últimos 30 años, los diferentes gobiernos han barajado la posibilidad de construir nuevas fuentes de abastecimiento, sin avances significativos.

El año pasado, el Congreso aprobó un presupuesto de 300 millones de pesos para Madrigal, cifra insignificante si se compara con los 300 millones de dólares que costará, según el Gobierno. Se ignora a qué altura se encuentra el Proyecto Madrigal, al que se le cambió el nombre, como si eso fuera significativo.

Cada vez que se habla de Madrigal, surgen voces que plantean otras alternativas, estériles a nuestro juicio, como por ejemplo traer agua desde Hatillo o del río Blanco, en Bonao, o del rio Isabela -afluente del río Ozama, para procesarla y suministrarla a la población del Gran Santo Domingo. Ningún otro proyecto puede competir con Madrigal para dar agua a la capital, ni en costo por metro cúbico ni en utilidad a largo plazo.

La mayor parte del caudal del río Haina va parar en el mar. Existen estudios que indican que es muy buen proyecto. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo ha aceptado y el sitio de presa es excelente y seguro.

Otro punto es que aguas debajo la presa de Madrigal, se tiene ya construido y en funcionamiento la planta potabilizadora de Manoguayabo, con capacidad para procesar cuatro metros cúbicos por segundo, pero por no estar el río regulado, a veces solo puede surtir un metro cúbico por segundo.

La necesidad de de reubicar a la población que actualmente ocupa la zona que será inundada por el embalse, es una dificultad común a todos los proyectos de presas en el mundo. Una indicación de hacer bien las cosas es enterarse de cómo los chinos reubicaron a 3.5 millones de habitantes del embalse de la presa de Las Tres Gargantas, en el río Yang-T-ze.

Una forma de enfrentar el problema sería reducir el tamaño de la presa, que de una capacidad original de once metros cúbicos por segundo de regulación, bajándola a cinco metros cúbicos por segundo, para asegurar el abastecimiento de la planta de tratamiento de Manoguayabo.



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