No siempre el gato, que para mí aquí es el pueblo, se puede escapar del acoso, abuso y escobazos del patrón abusador.
Toda situación de explotación tiene siempre y eventualmente un límite, sobre todo cuando el gato se siente acorralado, encerrado en un rincón, sin tener ruta de escape por donde poder huir como lo ha venido haciendo, y cada vez más teme por su integridad física y sus siete vidas.
Ya no tiene opción, en ese momento, solo le queda saltarle arriba al maltratador, con garras y dientes expuestos en actitud de combate, los pelos engrifados, brincarle a la cara y al cuello, dando un maullido espeluznante para asustar, malherir al atacante y hasta cegarlo cuando menos.
Luce que ante tanto ignorar los reclamos del pueblo abusado y estafado, los gobiernos del PLD, Leonel Fernández y Danilo Medina , aun estén apoyados por potencias extranjeras a las que en última instancia no les importa el pueblo, están a punto de colmar su paciencia y aguante, y las consecuencias serán penosas, porque todos perderán, aunque más los que se burlan, maltratan, roban, se enriquecen, matan… y han creado un régimen maldito de dominio.
Suerte, quizás momentánea, tendrán quienes puedan salir huyendo desaforadamente como ratas que son, dejando atrás familias expuestas, fortunas perdidas ante el enojo y la justicia del pueblo que, muchas veces, es arrasadora y hasta comete injusticias.
¡La paciencia y tolerancia de Cristo permitieron que un régimen opresor lo crucificara! ¡Él podía resucitar!, pero los miles de muertos del pueblo a manos del PLD han quedado bien muertos.
*Por Luis H. Arthur S.