El presente siglo, aunque todavía no llega al primer cuarto, ha servido para que los países de América Latina y el Caribe se reencuentren en diversos escenarios. Uno de los últimos creados es el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica).

Un escenario muy importante, y que usó el presidente Medina para poner en sintonía aspectos fundamentales y que legitimarían más la existencia del Sica y los países afiliados.

Uno de los principales retos de todas las naciones de Latinoamérica y el Caribe tiene que ver con crear fuentes de empleos y garantizarlos a los que ya tienen años insertados en el mercado laboral.

De manera que el presidente Medina puso el dedo en un punto neurálgico cuando plantea que el éxito del Sica radicará en impulsar procesos para que, definitivamente, se eliminen las presentes barreras de intercambio comercial entre sus países miembros.

Una situación digna de que el gobierno dominicano tome en cuenta es lo que actualmente sucede con el comercio que mantiene con Haití, país que pertenece a muchos organismos internacionales, igual que República Dominicana, pero que a uno y a otro les resulta difícil mantener un diálogo abierto y formal en torno a sus intereses.

De manera que lo que se habla y se demanda en el foro del Sica bien podría empezar a aplicarse con nuestra difícil relación comercial con Haití.