Servicio al cliente

Servicio al cliente

Servicio al cliente

Con el pasar de los años, la base de la economía dominicana ha ido cambiando, pero no necesariamente ha ido cambiando la mentalidad del dominicano, incluyendo sus empresas y sus instituciones.

En el pasado quedaron los tiempos de “la economía del postre”, cuando nuestras principales fuentes de ingreso eran el azúcar, el cacao y el café.

Pero tampoco evolucionamos a una economía de materia prima, productora de esos “commodoties” que cotizan en la bolsa de valores.

Nos convertimos en una economía de servicio. Incluso, nuestra producción agropecuaria tiene en el turismo, una actividad de servicio, a su principal soporte.

Las zonas francas que empezaron a crecer en los años ochenta son también de servicio, sea para transformar materia prima, ensamblar productos tecnológicos, centros de comunicaciones y cosas por el estilo.

Sin embargo, tenemos grandes deficiencias en asuntos fundamentales para ser una economía de servicio, como es la de facilitar la inversión, tener reglas del juego definidas y lo más elemental: servicio al cliente.

No importa que sea en una entidad privada y pública, el usuario suele ser maltratado o el consumidor tratado como una molestia.

La economía cambió, eso hay que verlo.