Como he escrito en otras ocasiones, la sexualidad abarca todo, por lo que me dedico esta vez a reflexionar un poco en qué hacemos en esta semana que pasamos algunos en unas vacaciones maravillosas y otros trabajando arduamente.
Pienso en los que trabajan en restaurantes, hoteles, tiendas y otros lugares, choferes de carros o guaguas y un grupo de personas que aumentan su labor en esta época de Semana Santa, sin tener tiempo para pensar y mucho menos meditar sobre esta época.
No voy a pedir que meditemos, oremos o reflexionemos. Solo quisiera que SINTIÉRAMOS durante un rato. Intentar sentir lo que sienten las personas que un Viernes Santo o un Domingo de Resurrección están en plena labor, mientras los demás disfrutan de solaz esparcimiento, de merecido descanso o de una fiesta familiar o social.
Aquí entra la compasión y el agradecimiento, cualidades que en esta época es tan ideal utilizarlas. Tomar la decisión de tratar con cortesía y cordialidad a los demás, especialmente a estos que nos están rindiendo un servicio con entrega y amabilidad, o sin ellas, no importa si son amables o no, solo comprender a los que no nos tratan como esperamos o si nuestras expectativas no son cumplidas.
Es una época propicia para elevar nuestra conciencia, conectar con los demás, identificarnos con los sacrificios que hacen otros, automotivarnos a crecer tomando como referencia las experiencias nuestras y de otras personas, respetando nuestros principios, esencia y la ajena.
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