SANTO DOMINGO.-Un cabo de la Armada de la República Dominicana asignado al Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro de Santo Domingo (CESMET) denunció a través de un video colgado en las redes sociales que fue víctima de «un abuso inhumano» por una falta que no cometió.

Jiménez Soto Gabriel, padre de dos hijos, denunció que fue encerrado desde el sábado al mediodía hasta el domingo en la tarde por órdenes de un mayor apellido Soriano, a quien acusa de abuso de autoridad.

A través de un video grabado en la misma celda donde fue encerrado en condiciones infrahumanas, Soto Gabriel explicó que el sábado se presentó a su lugar de trabajo en la estación Peña Batlle de la línea I del Metro y le pidió a un compañero que cambiaran de turno, porque el día antes estuvo tomando unos tragos y se sentía indispuesto, de modo que le aguantar el sábado y que él le trabajaría el domingo, a lo que su compañero le dijo que sí, pero que cuando fueron donde el supervisor, este lo único que dijo fue «tránquenlo hasta mañana».

«Usted cree que es posible que aun soldado se le prive de su libertad como si hubiera matado o robado…usted cree que es posible que a nosotros, que somos los encargados de garantizarles la seguridad a ustedes seamos privados de libertad por una sencillez?», preguntó el cabo.

Dijo que es inconcebible que un soldado que gana cinco mil pesos al mes también sea abusado «íntegra y moralmente».

En el video colgado en YouTube, Soto Gabriel llamó la atención del presidente de la República, Danilo Medina, y a la Comisión de los Derechos Humanos, para que eviten que situaciones como estas sigan ocurriendo en perjuicio de agentes que se supone están para garantizar la seguridad ciudadana a cambio de un sueldo insignificante.

El Día recibió la información de que el cabo, quien normalmente presta servicio en la estación Peña Batlle de la línea I del Metro, ahora es buscado por la denuncia que hizo.

En el video se ve un baño carente de la más mínima higiene, y según el  agente ni siquiera tiene suministro de agua para el aseo. Un trozo de colcha más unos cartones sirven de «cama», que por supuesto tampoco hay sábanas, ni toallas.

Soto Gabriel, quien tras su denuncia ahora está siendo «buscado como aguja» por la Armada.

Entre militares y policías ya suman siete los agentes y soldados que han denunciado atropellos y sus respectivas instituciones.

El primero fue el raso policial Daurin Muñoz, quien saltó a la fama tras denunciar «los sueldos cebollas» en la institución. El segundo fue el teniente Francisco Díaz, de Haina. El tercero en denunciar las precarias condiciones y los abusos en la institución fue un sargento  mayor apellido Cuevas, quien incluso acudió al canal SIN; el cuarto fue un  teniente de la guardia.