El origen de la Revolución de 1965 estuvo en la ruptura del orden institucional propiciado por diversos sectores en 1963 y el consiguiente esfuerzo de otros grupos por que se retomara el carril de la democracia.

Todo empezó con una sublevación de un cuartel, luego una revuelta cívico-militar y posteriormente una Revolución contra un interventor que pisoteó la soberanía nacional alentado por malos dominicanos.

Hoy se cumple un año más del origen del fenómeno, la sublevación del cuartel que rápidamente consiguió el respaldo de un segmento importante de la población civil.

El saldo fue un río de sangre dominicana que se separaba en su caudal a quienes la derramaron por la defensa a la institucionalidad democrática y los que la derramaron por su apego al modelo antidemocrático heredado del régimen trujillista, en ese momento recién descabezado.

Hoy nos quitamos el sombrero ante los que ofrendaron su vida por la defensa de ideales nobles y en la lucha por la soberanía que mancilló la intervención militar de Estados Unidos.

La mejor ofrenda que le hacemos es asumir el compromiso por el fortalecimiento de nuestras instituciones, respeto y perfeccionamiento de las reglas de la democracia, cumplimiento de las leyes y amor por nuestro país.

La Revolución de 1965 buscaba la paz, el respeto, el buen vivir y el desarrollo nacional; lo mismo que buscamos en la actualidad.