Un paso imprescindible para resolver cualquier problema es la admisión de que este existe.

La salud no es la excepción.

El Estado dominicano ha hecho grandes inversiones en el sector salud, sin embargo seguimos teniendo índices negativos en materia de calidad.

Por ejemplo, el índice de mortalidad materno infantil no se corresponde con el nivel de desarrollo que exhibe República Dominicana.

Las razones son multifactoriales y la responsabilidad recae de manera simultánea en varios de los actores del sistema.

Les corresponde a las autoridades imponer la supervisión adecuada.
Les corresponde a los médicos cumplir con los protocolos establecidos.

El Colegio Médico Dominicano, como gremio, tiene que convertirse en un aliado importante en la resolución de ese problema.

Hay condiciones para establecer una relación beneficiosa entre el gremio médico y las autoridades sanitarias, pero hay que construirla sobre sólidos cimientos de confianza y transparencia.

Las malas prácticas médicas y la irresponsabilidad de algunos galenos no son temas gremiales y como tales hay que manejarlos.

Cada caso hay que tratarlo de manera individual, con reglas del juego claras.

Denuncias genéricas no ayudan a la construcción de esa alianza a la que nos referimos.

Cada director de hospital tiene la responsabilidad de documentar y darle curso a cada caso de manera particular y actuar conforme a lo que cada caso requiera.

Las denuncias genéricas difícilmente encontrarán respaldo en el gremio médico, pero creemos que también difícilmente encontrarán respaldo aquellos galenos que se demuestre han actuado de manera irresponsable.
La humanización de los servicios médicos es responsabilidad de todos los actores del sistema sanitario y eso es lo que espera la población.