Conocí a Eddie Díaz durante la Serie del Caribe de Santo Domingo 2012. Lo traté con la asiduidad que requirió muestra función en el renglón Prensa del Comité Organizador.

Esto incluyó conducir a managers y jugadores a la conferencia de prensa tras cada partido.

Me sorprendió de manera muy agradable la humildad, caballerosidad y don de gentes, así como su filosófica de vida y conocimiento del juego que mostró ante todo mundo.

En amplias entrevistas durante su estancia en el país como manager de los Toros del Este en el torneo invernal pasado, comprendimos que sus dones son consecuencias de una sólida formación y legado de su vasta experiencia como agente de atletas en varios deportes.

Entonces pensamos que era el manager ideal que requerían ciertos equipos con problemas de nuestra pelota. Mayúscula fue la sorpresa de su despido por los Toros.

Raudos, los Yaquis de Obregón se lo atrajeron de nuevo. Los condujo a su tercer título en cuatro años en la Liga Mexicana del Pacífico y segundo de la Serie del Caribe en tres posibilidades.

Sin ser profeta en su tierra, Eddie Díaz es uno de siete dominicanos que conquistaron el clásico caribeño, apenas el segundo en dos ocasiones, superado solo por Félix Fermín (3).

Conducta y éxitos convierten a Díaz en gran embajador de la deportividad dominicana. Para él, nuestra admiración y respeto.