La Constitución de la República manda a que cada 27 de febrero, al conmemorarse el Día de la Independencia Nacional, el Presidente de la República rinda cuentas sobre las ejecuciones del Poder Ejecutivo en los doce meses anteriores.

Se informa al país, hablando ante los representantes del Poder Legislativo, sobre lo que se ha hecho, los logros alcanzados y, en algunos casos, se proyectan las líneas generales de lo que se espera en el futuro.

Al pasar raya a estos doce meses, el país tiene logros que mostrar, aunque persistan incertidumbres para el futuro inmediato.

Hemos avanzado en educación, frutos que estaremos viendo en varios años, pero persiste la resistencia de un sector de la Asociación Dominicana de Profesores contra la erradicación del clientelismo en la designación de los directores regionales y de distritos.

El país ha aumentado la cantidad de turistas que nos visitan, pero todavía a muchos sectores les falta entender que hay que crear una cultura de promoción y acogida del turismo.

La pronta inauguración del Teleférico dará respuesta a un transporte público en zonas deprimidas, pero todavía ese servicio tiene el caos como característica principal.

Como puede verse, los logros que podrá anunciar el Presidente son muchos, pero los retos que nos quedan para el futuro también lo son.

Hoy más que nunca tenemos que hacer nuestras aquellas palabras del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte: “Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.