Regularización no garantiza inclusión social al inmigrante

Extranjeros manifestaron incertidumbre que se vive al intentar regularizar su condición. Elieser Tapia.

SANTO DOMINGO.-Desde su puesta en marcha en junio de 2014, el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) ha dotado de documentos a miles de nacionales de otros países, en su mayoría haitianos, de los cuales algunos aseguran no servirles de mucho.

En su primera fase, los extranjeros que cumplieron con todos los requisitos fueron favorecidos con carnés de residencia temporal ordinaria, además de otorgárseles prórrogas en dos años consecutivos para que los regularizados solicitaran su renovación o cambio de categoría y subcategoría migratoria ante la Dirección General de Migración (DGM).

Experiencia

Oseluis Celestine es un comerciante haitiano que se acogió hace cuatro años al Plan, y aseguró que la regularización no garantiza la inclusión social al inmigrante.

Celestine, quien en la actualidad se encuentra a la espera de sus documentos definitivos, explicó que al obtener su carné temporal el inmigrante no siente temor al ver los agentes de Migración, sin embargo, este no les ha sido útil para otras situaciones cotidianas, ni tener acceso a la seguridad social.

“Si vas a comprar una tarjeta SIM para el teléfono no te reciben el carné, si vas hacer un envío de dinero a través de una remesadora tampoco.

El Gobierno debe implementar políticas públicas para que se reconozca el documento”, explicó el extranjero.

Criticó que en el proceso no se tomaran en cuenta las evaluaciones individuales, indicando que el estatus migratorio es otorgado selectivamente

Una situación menos favo rable vive Jodany Sentelus, quien no pudo regularizar su estatus ya que no logró reunir los documentos exigidos, debido a las dificultades presentadas para obtenerlos en Haití.

Senteleus explicó que además de las trabas burocráticas de su país, otro de los obstáculos que enfrentó fue el costo que conlleva obtener los documentos, ya que siendo un “chiripero” no logró cubrir su totalidad.

“En Haití para obtener el visado debes tener por lo menos 10 mil pesos y cada mes hay que retornar a revisar el pasaporte, pagar 20 dólares, 250 a la aduana y el pasaje.

No tengo posibilidad para todo eso, yo vengo a este país a buscar el sustento de mis hijos”, explicó el extranjero visiblemente angustiado.

Pro y contras

Mientras, el coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana (Menamird), William Charpentier, valoró el Plan Nacional de Regularización como un paso de avance, sin embargo, manifestó no estar de acuerdo con las categorías migratorias concedidas.

“Esperábamos que una cantidad considerable de inmigrantes con arraigo y mucho tiempo aquí, que trabajaron cortando caña y sirviendo al Estado, les otorgaran residencia permanente, pero solo recibieron un carné como trabajadores temporeros, eso no es justo”, manifestó.

El dirigente proinmigrantes resaltó que uno de los aspectos positivos es que con el Plan el Estado dominicano puede conocer el número de inmigrantes, además saber con cuáles documentos cuentan y así tener una actualizada base de datos.

Beneficiados

De su lado, el director de Extranjería, Rafael Antonio Núñez Veloz, aseguró que “el 90 por ciento de los 205 mil extranjeros pendientes de recibir su carné obtendrán un permiso de no residente de trabajador extranjero, a otro porcentaje menor se le entregará el permiso de residencia temporal y otro más mínimo adquirirá permiso de no residente para estudiante”.

Explicó que los beneficiados con la residencia temporal tienen derecho a adquirir una cédula de identidad, mientras que las mujeres que den a luz en el país, de acuerdo al artículo 18 de la Constitución, ese hijo obtendrá la nacionalidad dominicana.

Agregó que quienes obtengan el permiso de no residente, de trabajadores temporeros, tendrán acceso a los servicios básicos y facilidades, como salud, seguridad social, educación y trabajo, sin embargo, los hijos de las personas en esta condición, nacidos en el país, tendrán la nacionalidad de sus padres y deberán ser inscritos en el libro de extranjería.

Núñez Veloz indicó que la DGM trabaja para que antes del día 10 de octubre los documentos de los que aplicaron estén evaluados, para permitir que la sección de carnetización imprima el plástico una vez que la unidad de validación y evaluación concluya con la asignación de la categoría migratoria que le corresponda.

En junio de 2014, el Gobierno dominicano puso en marcha el PNRE junto a la Ley Especial de Naturalización, tras una sentencia del Tribunal Constitucional que establece parámetros para adquirir la nacionalidad.

El fallo estipula que no son dominicanos los hijos de inmigrantes indocumentados a pesar de haber nacido en el país.