Aún recuerdo cuando empecé mi carrera como emprendedor como en uno de los libros de autoayuda que leí encontré una fórmula para verbalizar y decretar mi mejoría. “Todos los dias de todas maneras me vuelvo mejor y mejor”

Lo más importante es que descubrí un proceso que podía ser duplicado consistentemente cada vez que quisiera lograr algo.

Hoy en día me he dado cuenta que la clave de sentirse realizado no se debe solo a los resultados obtenidos, es más bien una mezcla de haber logrado parte de lo soñado pero más importante aún, sentirse en camino a lograr más. La sensación de progreso es más poderosa que la sensación de haber logrado. El sentirte progresando te hace sentir feliz.

La situación es que solo progresamos desde posiciones incómodas y la naturaleza humana hace que al lograr algo nuevo inmediatamente nos acostumbremos y acomodemos al nuevo estado lo que, en el tiempo, nos despoja de la sensación de realización que sentimos con el logro.

Cada cierto tiempo, hay que emprender proyectos que nos saquen de nuestra comodidad. Proyectos que nos van a tomar tiempo, sacrificio, cambio de hábitos, y aprendizaje. Solo debemos asegurarnos que estos estén alineados con nuestro propósito de vida lo que asegurará que sean suficientemente importantes como para que pasemos el proceso que nos permita lograrlos.