Radhamés Virgilio Gómez Pepín

Radhamés Virgilio Gómez Pepín

Radhamés Virgilio Gómez Pepín

La partida de Radhamés Virgilio Gómez Pepín enluta el periodismo nacional y eleva a la inmortalidad la obra de un comunicador con el cual la democracia dominicana contrajo una deuda impagable.

Hay muertes, destino final de todos los que venimos a la vida, que duelen mucho, porque marcan el paso de una página a otra en la vida de sus pueblos.

Tal es el sentimiento que recorre a los hombres y mujeres que laboramos diariamente en EL DÍA, con motivo del fallecimiento de Gómez Pepín, director del periódico hermano El Nacional y con el que compartimos mucho más que la vecindad física al estar en el mismo edificio, uno al lado del otro.

Radhamés Gómez se nos va físicamente ahora, como parte de un proceso de vida inevitable para todos los que llegamos a esta existencia.

Ya no tendremos su fuerza voraz en procura de la noticia y su actitud de respaldo a las libertades públicas y la democracia.

Lo que sí nos deja es una pauta impecable de comportamiento ético, un cánon ejemplar y una vida comprometida con la búsqueda de la noticia y la preeminencia de la verdad, donde quiera que esta hiciera su asiento.

A sus parientes, encabezados por su viuda, la periodista Cornelia Gómez Torres, nuestra condolencia y reconocimiento por el apoyo que le ofrecieron hasta el último momento.
Paz a sus restos y honor eterno a su memoria y su legado.



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