¿Quiénes son los 40 millones de pobres que viven en el país más rico del mundo?

¿Quiénes son los 40 millones de pobres que viven en el país más rico del mundo?

¿Quiénes son los 40 millones de pobres que viven en el país más rico del mundo?

En 2016, casi 41 millones de personas (el 13% de la población) vivían en la pobreza en Estados Unidos.

Durante casi seis años, la economía de EE.UU. ha creado un gran número de empleos: casi dos millones anuales.

La recuperación económica no solo hizo regresar todos empleos perdidos durante la Gran Recesión que siguió al estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007, sino que también añadió los suficientes como para dar respuesta a una población en crecimiento.

El desempleo en el país es ahora de solo el 4,1% el más bajo desde 2000, pero hay muchos hogares que siguen sin ver mejoras en su economía.

En 2016, casi 41 millones de personas (el 13% de la población) vivían en la pobreza frente al 15% registrado durante el punto álgido de la recesión en 2010.

Entonces, ¿quiénes son aquellos clasificados como pobres?

En EE.UU., el ingreso medio en un hogar de cuatro personas es de US$91.000.

Sin embargo, utilizando la medida oficial de pobreza basada en los ingresos antes de pagar impuestos y las necesidades nutricionales, las familias de cuatro miembros en situación de pobreza tienen un ingreso familiar de menos de US$24.300 al año.

Esto puede parecer alto en comparación con los países que el Banco Mundial clasifica como de ingreso medio-bajo, que son aquellos con un Producto Nacional Bruto per cápita de entre US$1.000 y US$4.000.

Pero tanto el alto costo de la vida en EE.UU. como la creciente brecha con las clases medias pueden resultar en una vida difícil para los pobres de este país.

Además, el ingreso medio de las familias que viven en esta situación está muy por debajo del umbral de la pobreza (US$9.600 por año).

Pobreza infantil

De aquellos viviendo en situación de pobreza, las cifras de 2016 muestran que hay unos 13,3 millones de niños.

A medida que la población ha envejecido, el número de personas mayores de 65 años en la pobreza ha aumentado a 4,6 millones, si bien su tasa de pobreza -situada en el 9%- es menor que entre las personas en edad de trabajar (de 18 a 64 años).

Es este grupo en edad de trabajar el que ofrece quizás la imagen más sorprendente: casi 23 millones de personas -casi el 12%- viven en la pobreza.

El Proyecto Hamilton de la Institución Brookings ha explorado este rompecabezas.

Entre las personas en edad de trabajar en situación de pobreza encontramos que:

  • Cuatro de cada 10 estaban trabajando.
  • Una de cada 10 tenía un empleo a tiempo completo durante todo el año, pero no ganaba lo suficiente.
  • Una de cada cuatro estaba empleada, pero no durante todo el año.
  • Una de cada 25 buscaba trabajo.
  • De quienes trabajaban pero sin hacerlo a tiempo completo durante todo el año, una de cada tres trabaja a tiempo parcial de manera involuntaria.

El hecho de que aproximadamente cuatro de cada diez adultos en edad de trabajar y en situación de pobreza estén empleados, destaca el hecho de que simplemente cerrar lo que hemos denominado «la brecha laboral» -regresar a los niveles de empleo anteriores a la recesión después de ajustarlos en base al aumento de la población y su envejecimiento- no significa que todo el mundo esté prosperando.

Tampoco significa que todos encuentren o consigan un empleo.

Mujeres y población negra

La realidad es que más de la mitad de los adultos en edad de trabajar que vive en la pobreza no se ha incorporado al mercado laboral.

De los empleos creados, muchos son de hotelería, administración, salud e informática; aunque algunas de las áreas más afectadas por la recesión como la construcción y la producción en fábricas aún no se han recuperado por completo.

Una fotografía de la población activa en EE.UU. deja al descubierto varias diferencias entre la sociedad:

  • La tasa de empleo de las mujeres ha vuelto a niveles anteriores a la recesión (55%).
  • La población negra fue más afectada por la recesión y se recuperó más rápido, pero aún tienen más probabilidades de estar desempleados que los estadounidenses blancos.
  • Las mujeres con una educación secundaria o inferior tienen más posibilidades de quedar fuera de la población activa.
  • Los hombres fueron más afectados durante la recesión y su regreso al trabajo ha sido más lento (ahora está empleado un 66% de ellos).

El número de hombres con trabajo de entre 25 y 54 años ha disminuido desde hace más de 50 años. En el caso de las mujeres, esto ocurre desde el año 2000.

En parte, esto puede ser consecuencia de la caída de los salarios entre quienesganan menos, que ahora tienen un ingreso medio de US$31.100.

Es posible que muchos de quienes no forman parte de la población activa tengan dificultades para encontrar empleo si el gobierno no interviene de manera significativa.

Distribución desigual

Más de la quinta parte de las personas en edad de trabajar que viven en la pobreza están clasificadas como personas con discapacidad, y otro 15% se dedica a cuidar a otras personas.

Para que más cuidadores logren un empleo se requeriría de una mayor disponibilidad y financiamiento de los servicios de cuidado de niños, mientras que muchos adultos con discapacidad pueden necesitar más apoyo o tratamiento.

La imagen que hemos construido del trabajo y la pobreza en EE.UU. revela que los más pobres son un grupo diverso, con una amplia gama de experiencias.

No obstante, la distribución desigual de la pobreza es sorprendente:

  • Las familias afroestadounidenses que están en la pobreza (22%) son el doble que las familias blancas.
  • 19% de las familias hispanas están en situación de pobreza.
  • Las mujeres (14%) tienen más probabilidades de estar en la pobreza que los hombres (11%).
  • Las tasas de pobreza van del 11 al 14% en las grandes regiones del noreste, sudeste, centro-oeste y oeste del país.
  • Muchos condados, principalmente en el sureste y suroeste, tienen tasas de pobreza de más del 25%.

En los últimos años, el aumento del empleo y los ingresos, junto con la disminución de la pobreza, han sido alentadores.

Sin embargo, la economía tendrá que mantener este crecimiento para ayudar más a aquellos que están en situación de necesidad.

Sobre este artículo

Este análisis fue encargado por la BBC a un experto que trabaja para una organización externa.

El profesor Jay Shambaugh es el director del Proyecto Hamilton e investigador principal en estudios económicos de la estadounidense Institución Brookings.

La Institución Brookings se describe a sí misma como una organización de políticas públicas sin fines de lucro que realiza investigaciones que conduzcan a nuevas ideas para enfrentar los problemas de la sociedad.



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