La gran mayoría que sigue los acontecimientos en torno al combate que sostendrán el dos de mayo Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, por obligación se centran más en analizar la suma multimillonaria que recibirá cada uno, que en las estrategias que deben utilizar para salir airosos.

A cada momento me abordan fanáticos sobre si en realidad una pelea de boxeo puede generar tantos millones de dólares para repartir entre los púgiles, promotores, cadenas de televisión y un extenso personal ligado al espectáculo.

Hay quienes en sus elucubraciones económicas “sueñan”, igual que los que juegan lotto o loterías, aunque sea con una parte ínfima del presupuesto que generará ese pleito, para resolver sus problemas económicos de por vida.

Pero dejando atrás esos pormenores, y entrando a los posibles resultados, entiendo que será una pelea donde Manny Pacquiao, para obtener el triunfo, debe iniciar un ataque sin tregua desde el primer campanazo.

Sería la forma más inteligente de romper la estrategia de Mayweather, que tradicionalmente va de menos a más, en la medida que observa en el desarrollo de la pelea las fortalezas y las debilidades del contrario.

Si el filipino mantiene la presión, puede obtener excelentes beneficios, incluso, con posibilidades de un nocaut, a pesar de que hace tiempo que no lo materializa ante rivales de menor categoría que el estadounidense.

Mientras llega la pelea, se generarán miles de conjeturas con relación a la capacidad de uno y otro para llevarse el triunfo, aunque si se van a decisión, creo que los jueces, si no es muy contundente la demostración, se irán a favor de Mayweather.

Un resultado cerrado traerá por “necesidad” una revancha, lo que de seguro generará más o las mismas expectativas que el combate del dos de mayo en Las Vegas.

RADARES. Aunque usted no lo crea, Manny Pacquiao quería competir en las Olimpiadas de Río 16 , pero el comité organizador le negó su petición debido a que tiene muchos años como profesional.