Este es un país de extraordinarias contradicciones.

Es tan así, que ante la incredulidad de cosas que pasan se ha popularizado el refrán de que “aquí el día más claro llueve”.
Cuando una población reclama y se le complace, deben ser sus ciudadanos en primera línea quienes deben luchar y cooperar en su mantenimiento, pero lamentablemente, cuando llega ese momento, no aparece alguien que por lo menos diga “esta boca es mía”.

Los políticos, en especial si son opositores, siempre son agitadores para demandar que se construyan instalaciones en sus áreas de influencia, y son los primeros que “abren gas” al momento de asumir responsabilidades.

Por eso, para muchos, el que cree en políticos no cree en nadie”.

Complejos deportivos que por cientos de millones de pesos ha construido el Estado en diferentes puntos del país, en especial para la realización de Juegos Nacionales, están abandonados a su suerte.

Obras que en un momento fueron reclamadas con movilizaciones de masas, están huérfanas de mantenimiento y en muchos casos inservibles.

No se supone que un país con tantas precariedades invierta millones en obras para que al poco tiempo no encuentren dolientes, que se estén cayendo a pedazos, bajo el alegato de que no hay presupuesto para esos fines. Entonces, ¿para que construirlas? ¿O es que a nadie le importa el destino final de esas obras?

Los cabildos donde están ubicados esos complejos, manejados en su mayoría por políticos populistas y demagogos, deben asumir su mantenimiento físico.

Y es que mientras esta sociedad no haga que sus políticos asuman las responsabilidades para las que fueron electos, seguirá dando tumbos en un océano de improvisaciones y corrupción.

RADARES. Oscar de la Hoya tomó la mejor decisión de su vida ayer cuando afirmó que no regresará a los cuadriláteros después de años de retiro.

El excampeón está consciente de que se exponía a un ridículo y también que arriesgaba su vida ante cualquier rival…

La explosión ofensiva de Nelson Cruz a comienzos de la temporada dejó pasmados a todos, sin embargo, su espectacular baja productiva, también tiene pensando a todos sus seguidores. ¿Qué le está pasando a Nelson?