En el pasado reciente había mucha expectativa con la producción de vino en el país. Sobre todo porque los productores de uva del valle de Neyba se habían asociado con ese propósito.

Hoy sorprende la información de que hay problemas con el cultivo de uva y la producción de vino en esa región. Hay un conflicto que todavía no está claro.

Las informaciones provienen de una parte y otra. Los productores afirman que están en vía de bancarrota.

La comunidad contaba con más de 6,000 tareas de uva sembradas, pero que se produjo un retroceso en el proceso de siembra y producción. En la actualidad solo cuentan con menos de 2 mil tareas sembradas de la fruta.

En ese orden hay otro conflicto. La Cooperativa de Vitivinicultores del Valle de Neyba (Coopevine) plantea que funcionarios del Instituto Nacional de la Uva (Inuva) retienen equipos para montar y equipar una bodega vinícola, los cuales fueron donados por la Confederación de Vinicultores de Marchena, en Italia.

El gobierno ha dado innúmeras facilidades a los agricultores de todo el país. Agricultores sobre todo con capacidad de producir rubros para el mercado local y de exportación.

En el caso de los vitivinicultores de Neyba no solo están asociados, sino que reciben ayuda internacional que se les escamotea.

Hay que ver de qué lado está la verdad y actuar cuanto antes para hallar una solución favorable en este caso.