Me alegró el anuncio del ministro Administrativo Peralta de que el gobierno dispondrá cobrarles a extranjeros que exigen atención en hospitales estatales.
Es muy justo que cualquier forastero que requiera atención médica en un hospital público pague el valor de esos servicios, como ocurre en Estados Unidos o Europa.
Si allá usted llega de emergencia, casi nunca rehúsan atenderle, pero no es gratis. En Estados Unidos, 14 millones de inmigrantes indocumentados carecen de cobertura y atención médica; están expresamente excluidos de la seguridad social. Aquí los extranjeros que abusan nuestro sistema de salud pública son mayormente de Haití, mujeres parturientas.
Al mismo tiempo, miles de dominicanos padecen penurias sin cobertura médica y ven azorados cómo cientos de miles de haitianos consumen parte enorme del presupuesto de Salud Pública.
Tras esta propuesta, seguramente el lobby pro-haitiano pegará el grito al Cielo, aunque curiosamente no se indignan cuando padecen dominicanos. La gravedad del asunto la dijo el presidente de la JCE al definirnos como “paritorio” de haitianas. Bien por Peralta. ¡Foutre! ¡Basta ya!
