Qué importa cuántos marcharon

Qué importa cuántos marcharon

Qué importa cuántos marcharon

Una vez más la Marcha Verde realiza una actividad multitudinaria, contundente y organizada, en total orden y disciplina. Como es ya su costumbre.

Esta vez, el apoyo y participación de entidades políticas opositoras, como el Partido Revolucionario Moderno, y su principal líder Luis Abinader fue abierto y público. Incluso, aunque no hubo pronunciamiento público, militantes y dirigentes medios del Partido de la Liberación Dominicana fueron vistos en la actividad del domingo 12 de este mes.

La bandera de lucha de Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad cada día genera más conciencia en la población y la pone en pie de lucha para acabar con esos males en nuestra sociedad.

Fue tan contundente la marcha que a nadie le importó cuántos asistieron, si un millón, quinientos mil, cien mil o diez mil. Si llovió, se mojaron los participantes, o si se desintegró la marcha por las lluvias, nada importó. Lo que sí importó fue que el mensaje llegó, les llegó a quienes les tenía que llegar.

A quienes cometen diariamente actos de corrupción y la estimulan impunemente haciéndose sordos, ciegos y mudos.

El mensaje llegó a quienes piensan que nunca llegará la hora de su juicio final, que se consideran por encima del bien y del mal, que su protección y la impunidad les durará para siempre.

Ellos parecen desconocer u olvidan la historia y lo que pasó a quienes tras saquear sus pueblos huyeron con el botín a otros lugares. Algunos están presos, sus familias destruidas y sin las fortunas robadas al pueblo.

Por eso, la conciencia que en el pueblo está creando Marcha Verde es importante y sus actividades deben continuar, con el respaldo de toda la población. Hay quienes apuestan al cansancio, Marcha Verde no se puede cansar.

Sus actividades causan cada día más temor en quienes se creen que este país les pertenece y pueden hacer lo que les venga en gana. Por eso, al otro día de la marcha contrataron las portadas de todos los periódicos para que, en ellas, esos medios de comunicación no reflejaran lo que había ocurrido el domingo 12.

Una forma cobarde de tratar de tapar el sol con un dedo. Pero no pudieron, las redes, televisión, medios digitales, y los propios periódicos y la prensa internacional, se encargaron de mostrar la realidad: otro rechazo a la corrupción y la impunidad.

*Por Daniel Garcia Archibald



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