¿Qué esperamos?

¿Qué esperamos?

¿Qué esperamos?

El Senado tomó su decisión; y terminó el largo proceso que siguió el país para ver cristalizada la escogencia de los integrantes de la Cámara de Cuentas.

En teoría, el papel de la Cámara de Cuentas no es muy complicado. Sencillamente tiene la función de supervisar que el dinero del Estado se invierta de la manera más transparente posible.

En esa condición audita de manera independiente y responsable todos los gastos que se hagan de acuerdo a las asignaciones presupuestarias. Actúa, de acuerdo a la ley, con independencia funcional y operativa de otros poderes del Estado.

En síntesis. Los nuevos integrantes de la Cámara de Cuentas tienen el reto de hacer un trabajo que todavía está pendiente.

Ante todo, y para poder hacerlo, tiene que fortalecer su naturaleza. O sea, tiene que hacer algo que no es tan simple.

Tiene que recuperar la credibilidad. Y tiene que enviar señales claras de que lo hará desde los primeros días de trabajo.

En ese orden, ¿qué esperamos? Nada nuevo. Todo lo que siempre se ha esperado de la Cámara de Cuentas desde su creación. Apego a sus funciones.

Las que establece la Constitución de la República. En sus manos está velar por el patrimonio del Estado.

Patrimonio que aportan todos los dominicanos a través del pago de los impuestos. Un pago que incluye que los nuevos integrantes del organismo demuestren idoneidad para asumir los retos. De no cumplir Dios y la Patria se lo tomará en cuenta.



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